EL CONCIERTO

¡¡POR FIN!!

Dicho esto, no sé cómo relatar el acontecimiento, ya que he perdido el ritmo de escribir a  
diario, no he dormido nada y sigo con un trancazo de mil demonios. ¡Qué noche la de aquel  
día, niños y niñas!

El acontecimiento tuvo lugar el 12 de enero del presente año en la sala Barts de Barcelona.  
Fue, nada más y nada menos que un concierto majestuoso de Su Majestad Carlos Torregrosa Cao. Al fin  
pude verlo en directo, como único protagonista y figura estelar por derecho propio,  
comiéndose el escenario sin nadie que me perturbase la vista y los oídos. Increíble. Pensé  
que iba a morir sin presenciar algo semejante y ojo, que llegué en las últimas jajajajaja. Casi  
me dan la extremaunción en el tren que me llevaba a Barcelona, menos mal que las "drojas"  
me mantuvieron en pie.

El motivo por el que Carlos celebró ese concierto es importante, un punto de inflexión en su  
vida, pero no me corresponde a mí dar los detalles. Lo dejaremos en que lo que le llevó a  
tomar la decisión fue que renació. Supongo que todo el que vuelve a nacer suele comenzar a  
ver las cosas desde una perspectiva diferente, separando el trigo de la paja y dándole  
importancia a lo que verdaderamente la tenía y permanecía oculto. Oculto para él, claro  
(guiño de ojo). A veces lo evidente no se ve con nitidez si no sucede algo que te sacude  
desde los cimientos. Es entonces cuando se te aparece en Tecnicolor. En el caso que nos  
ocupa, ¡bendito renacimiento!

Bien, situémonos en el día de los hechos extraordinarios. Me planto yo, un saco de virus  
venido de Galicia, en la sala Barts. Como la entrada es sólo para familiares y amigos del  
susodicho, allí está la resplandeciente Eva tachándonos de la lista de VIPS (tenía que  
decirlo). Y allí me recibió con mucho cariño, porque ella es así de resalá. Ya subiendo las  
escaleras me encuentro con los padres de Carlos. A Jaime ya lo conocía, pero a su madre -
Loli Cao- pues no. Va y me dice algo como "¿Tú eres la Dirty?". Yo le digo que sí y, ni corta ni  
perezosa, me agarra del brazo y me lleva con ella. Como diríamos en Galicia, Loli es riquiña.  
Una mujer cariñosísima que me recuerda mucho a mi propia madre y a la que le tengo que  
agradecer un recibimiento tan cálido. A ella, a Jaime, a Eva, a Susana y a Jose María, tío de  
Carlos, que vino a darme un abrazo y que después del concierto me presentó a Amado Jaén,  
autor de, entre otras muchas cosas, las canciones de Los Diablos. Fue un placer. También  
conocí a una tía de Carlos, hermana de su madre, simpatiquísima. Lamento no recordar el  
nombre pero, o no me lo dijeron o se me olvidó. Siempre se me olvidan los nombres.

Vamos a la parte difícil: EL CONCIERTO. Digo difícil porque es tarea ardua describir con  
palabras algo que se tiene que ver y escuchar. Y de verdad que yo no sé escribir bien, coñe.  
En fin, la cuestión es que allí, POR FIN AL FIN ALABADOSEADIOS, aparece Carlos vestido de  
gala para regalarnos la noche de nuestras vidas. Sale y nos lanza un discurso. Suelto,  
tranquilo y con unas tablas de aquí te espero. Se sienta al teclado y, sin tocar aún una tecla,  
comienza a cantar... No se escucha respirar a la gente, porque la voz que sale de esa  
garganta es irrepetible, única, prodigiosa. Pero eso yo ya lo sabía.

A partir de ahí, entre canción y canción va presentando a los músicos. Y los presenta al estilo  
de los showman americanos, como Dean Martin (sólo le faltaba el cigarro y el whisky en la  
mano) con soltura, con simpatía y mucho afecto. Aunque fuera entre amigos, pocos pueden  
desenvolverse con tanta naturalidad en un escenario.

Es una lástima que no mangase la lista de canciones porque, francamente, no puedo  
recordar los títulos de todas. Se trató de un repertorio de canciones compuestas por él y de  
versiones de temas de otros grupos o músicos. El espectáculo fue fabuloso. Escuchar a  
Carlos en directo es una experiencia deslumbrante. Apabullante casi. Si ya nos flipa escuchar  
una canción grabada, no os digo lo que supone verlo en directo acompañado de tres músicos extraordinarios.
No tiene nada que ver, es muchísimo mejor todavía. Perfecto en la ejecución, lleno de garra, de talento, de sensibilidad.  
¿Qué más os puedo decir? Carlos es un animal del escenario. Nasío p´a maravillar.

Aunque Carlos fue el protagonista, no cantó solo en todas las canciones. En una cantó con  
un muchacho que participó en Grease, muy salao, muy eléctrico. Tampoco recuerdo el  
nombre, lo siento. En otra cantó con Fran Devesa, que habló en catalán y le entendí todo a  
la perfección; con Diana Roig, que es un encanto y canta de maravilla, y con <redoble de  
tambores> ¡Susana Torregrosa! Palabras mayores ahí, ¿eh? Palabras mayores, canela fina.  
Versionaron una canción de The Cure que era para quitarse el sombrero si una llevase  
sombrero. Imponentes los dos hermanos.

El concierto fue un compendio de perfección y emoción, como ese regalo de Reyes que  
pedías todos los años y no llegaba nunca. Hasta que un día va y llega.

En fin, no sé demasiado bien lo que he escrito, pero así se queda. Sólo me resta agradecerle  
a Carlos la invitación, el pedazo concierto que dio, el recital de talento y ole tú, a su familia la  
acogida, y a la divina providencia lo que haya tenido que ver en lo que ha sido lamadredetodoslosconciertos, amén Jesús.  
Qué cosa más esplendorosa, por Dios. Espero que no decaiga, Carlos. Que no decaiga porque te crujo vivo, fíjate.

Sólo dos cosas más:

1. Amado Jaén me dijo: "Este chico debería estar en lo más alto"
2. Me debes "My funny Valentine" jajajaja. Lo digo en serio.

Un abrazo a todos. No tengo fotos ni vídeos porque yo soy así.

Ah, no. Tengo una que me ha pasado Yolanda (se la mangó a Joaquín Arias), quien me acogió en su casa y me trató como a una reina.
Gracias por el fiestorro también